Ser pirata

Siempre me hizo gracia monkey Island. Hoy me he encontrado este gif en una página.

MonkeySgae

Va a parecer esto una cruzada contra la SGAE. A ver si en el próximo post me meto con alguien más para que no se me vea tanto el plumero.

SGAE

No es lo que hacen y lo que piden.

Son las técnicas rastreras y fascistas lo que me joden.

Unos cuantos enlaces:

SGAE y los blogs: Artículo de barrapunto.

Todos contra el canon: Campaña para luchar manifestar el rechazo a gravar los soportes, los equipos o redes y la tecnología en general con cánones, cuyos beneficiarios sean un sector económico o una actividad de intermediación específicos.

No soy pirata: Defensa de los derechos que no nos hacen piratas.

Asociación de internautas: Defensa de los derechos de los internautas.

No dejes que la ignorancia de jueces y ministros nos haga perder la guerra tecnológica.

Ah!… Y ¡¡¡PUTA SGAE!!!

Mensaje en blanco

Hace tiempo escribí una entrada sobre lo cachondo que era mi móvil. Ahora tengo otro móvil y este ya no hace cosas raras, sólo se olvida de recibir mensajes alguna vez.

Cenando hace poco con mi prima Yoli, me suelta «Primo, tus mensajes en blanco se han hecho famosos». Ella era la última en mi lista de contactos, así que o ella o mi primo Alberto solían recibir los mensajes. Alguna vez les llegué a enviar uno 20 :o.

El caso es que le preguntaron a otro primo mío: «¡Oye Fernando! Tú que sabes de estas cosas, ¿Qué crees que significan los mensajes que me manda el primo?» Y como Fernando es un cachondo, le soltó: «Pues yo que se, será que se acuerda de tí».

Así que mi prima empezó a mandar mensajes en blanco a sus amigos cuando se acordaba de ellos. Sus amigos también empezaron a mandarlos.

Como soy GoLo y no puedo mentir, le tuve que decir a mi prima que en realidad no me acordaba de ella tanto como ella pensaba. Sino que tenía un problema técnico con el móvil.

Así que si te llega un mensaje en blanco, sea de quien sea, es que de alguna forma, GoLo se ha acordado de tí.

Slalom Propagandístico

Rompo brevemente mi silencio por exámenes para comentar una pequeña anécdota.

La semana pasada tuve un examen en la ciudad universitaria de Zaragoza. Antes de entrar al campus, un repartidor de periódicos me quiso encasquetar un panfleto de prensa amarilla. Después de esquivarlo estuve a punto de endiñarme contra una chica sonriente del corte inglés. Salí corriendo y me paró una señora con un puñado de chupa-chus en la mano. «¿Tú fumas?» Y yo… «Sí, pero no quiero piruleta, que me ha costado mucho criar mi cáncer».

¿Pero qué cojones pasa? ¿Es que no se puede andar tranquilo? Tengo suficiente con lo que me venden y me intentan hacer los carteles, la televisión y google.

Una cosa es ir a buscar la publicidad. Por ejemplo, cuando ves la tele sabes que te van a poner publicidad. Si no te gusta, siempre puedes descargarte el programa de internet. Cuando abres una revista o ves una página web siempre puedes ignorar los anuncios.

Otra cosa diferente es que ella venga a tí. Ya hable de las campañas agresivas como las de media-markt. Pero el colmo son los repartidores callejeros de panfletos. Bien prensa o publicidad sin más. Estos individuos tienen como objetivo quitarse el material lo antes posible. ¿Qué más da mi propia intimidad o mi estado de ánimo? Ellos te plantan el folleto en medio del paso obligándote a centrar tu atención en ellos.

Hasta que me haga mi camiseta de «Con tu panfleto me limpio el culo» o de «NO SPAM» o de «Me como a los repartidores de periódicos y panfletos», seguiré gruñiéndoles o haciendo como si me dieran un susto, o pidiéndoles que me perdonen la vida.