Ser pirata

Siempre me hizo gracia monkey Island. Hoy me he encontrado este gif en una página.

MonkeySgae

Va a parecer esto una cruzada contra la SGAE. A ver si en el próximo post me meto con alguien más para que no se me vea tanto el plumero.

El foco de mi amor

Tú me quieres y me miras.
Sabes lo que quiero ver. 
Tú me escuchas y me hablas.
Otro no te puede entender.

Me saludas por las mañanas.
Antes que cualquier otro.
Cuando quiero, conmigo juegas.
Eres el foco de mi amor.

Sin tí no sé que haría.
Con quién trabajaría.
Con quién jugaría.
Sin mi ordenador.

Mi móvil

Viendo el post de hoy de Mauro Entrialgo Me he motivado para escribir una entrada sobre mi móvil.

El único móvil que aguanta a mis golpes involuntarios, consecuencia de mi hiperactividad crónica, es el siemens A60.

En mi móvil, lo primero que tengo en la agenda es «Crear nuevo contacto». Así que cuando mi móvil se desbloquea solo y se cansa de mandar mensajes en blanco, empieza a registrarme contactos con el nombre «#ewdf».

La gente me llama para ver si estoy bien, ya que no es normal recibir mensajes en blanco (sobre todo al punto de la madrugada). Me he comprometido conmigo mismo a que dentro de 5000 de estas llamadas me cambio de móvil.

Mi jarra Java

Ayer nos juntamos los amigos para repartirnos los regalos del amigo invisible (de navidades). Y Tes me hizo el mejor regalo que me podrían haber hecho: ¡¡Una jarra con el logotipo de Java!! Como buen friki, me gusta recolectar objetos de aquellas cosas que me gustan, y me gusta programar en java.

Estos días he estado un poco ocupado instalando Ubuntu en mi MacBook. Ubuntu es esa cosa que uso en vez de Windows. Así que os pongo una foto de las cosas que me han alegrado la semana: Linux&Java@Macbook

LinuxJavaMac

El programador

La programación es el arte de decirle a un ordenador lo que tiene que hacer. Consiste en, partiendo de la idea de qué tiene que hacer el programa, saber identificar las tareas y organizarlas de forma que el ordenador las entienda.

Los programas son una obra intelectual, como los libros o como los cuadros. Un programador no es aquél que conoce las nociones básicas de un lenguaje, de la misma manera que un pintor no es aquél que sabe coger un pincel y hacer cuatro garabatos.

Pese a lo que mucha gente piensa, la programación no sólo sirve para hacer programas por los que cobrar un dinero. Eso es sólo una parte, parecido a cuando un pintor dibuja retratos por encargo.

Para poder decir «Yo soy programador», es necesario un trabajo de fondo, de aprendizaje constante y de espíritu de autosuperación. El programador conoce varias tecnologías, tiene proyectos personales y para él, el trabajo es sólo parte de su aprendizaje.

El programador de verdad es un artista.